Luciendo más extraña que nunca, Amanda Bynes sale de un caféteria de Starbucks en Los Angeles anoche, con la cara cubierta por un pelaje.
La problemátic a actriz de "She’s the Man", pasó 15 minutos en el baño después de que la tienda había cerrado, aunque no parecio disminuir la presencia de paparazzis que la esperaban afuera.
Y a pesar de que ha tenido un puñado de encuentros con la ley y varios informes de comportamiento extraño, Bynes insiste en que está bien y no se siente como si estuviera dirigiendose a un colapso.
Amanda le dijo a sus amigos que ella está haciendo todo lo que tiene que hacer y se niega a considerar una tutela al estilo de Britney Spears.
A principios de este año, la familia Bynes supuestamente la animo a buscar ayuda profesional para problemas mentales percibidas. Hasta ahora ella ha estado de mala ganas a cumplir.
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